De acuerdo con la Constitución, como Soberano y Superior religioso, debe dedicarse plenamente al desarrollo de las obras de la Orden y a dar a todos los miembros ejemplo de respeto a los principios cristianos.
La cruz blanca de ocho puntas, adoptada por la Orden de San Juan de Jerusalén desde su fundación, tiene una larga historia. Su origen es bizantino, remontándose probablemente al siglo VI d. C. Algunos historiadores afirman que fueron los normandos quienes la llevaron hasta Amalfi, en el sur de Italia. Existen monedas que confirman la adopción de la cruz a ocho puntas por parte de la antigua república marinera a partir de 1080.
El fundador y primer Gran Maestre de la Orden nace alrededor de 1040 en Scala, a pocos kilómetros de Amalfi, al sur de Italia. En la segunda mitad del siglo XI viaja a Jerusalén, donde comienza a trabajar en el hospital de la iglesia Santa María Latina, construido anteriormente por los comerciantes de Amalfi para acoger a los peregrinos y atender a los enfermos.